La sensación de impotencia y pseudonerviosismo que siento los días anteriores ha presentarte a los exámenes finales solo es superada por la rabia que siento al saber que si no apruebo una de las dos asignaturas que tengo pendiente, no podré continuar en la Universidad.
No continuaría mis estudias porque no tendría derecho a beca, aun teniendo 8 asignaturas de 10 aprobadas, aun siendo mi media de notable, aun sabiendo que estas asignaturas están suspensas, no por el interés que tenga hacia ellas, sino por unos profesores que no aman su trabajo.
Gracias Don Romay, Gracias Don Vicente, y sobre todo, gracias a tí Presidente Rajoy, por hacer de este país un país en el que solo la gente con recursos económicos pueda acceder a la educación superior.
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